Neruda con Vista al Mar

 

 

Es un buen complemento para un paseo por el centro histórico o el puerto, en una visita a Valparaíso. La Sebastiana no sólo entrega un retrato íntimo del poeta Pablo Neruda, sino también una muestra de una arquitectura y de un ingenio cada vez más escasos en el Chile de la actualidad.

“Yo establecí la casa. / La hice primero de aire. / Luego subí en el aire la bandera / y la dejé colgada/ del firmamento, de la estrella, de / la claridad y de la oscuridad…”

Poema La Sebastiana

Pablo Neruda

Pareciera un lugar inalcanzable. De esos al que no se llegan nunca. Se puede arribar en vehículo por la Avenida Francia y la Avenida Baquedano, caminando a paso cansino desde el centro de Valparaíso o bien quedar entrampado en algunas de las insondables e intrincadas callecitas que se pierden en los cerros. Todo puede ser. Todo puede suceder. La Sebastiana sorprende desde antes de conocerla.

Ubicada en el cerro Florida, lo primero que ofrece esta casa de Pablo Neruda al público, es una vista al mar y al puerto como pocas. Es como si el océano se metiera por todos lados e inundara todos los espacios, especialmente aquellos del comedor, la sala de estar y la habitación.

La casa fue adquirida por Neruda en 1959. Por esos años estaba buscando un lugar que le permitiera descansar de Santiago. “Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo”, había dicho. Solitaria, pero no alejada. Ni muy alta ni muy baja. Original, pero no incómoda. Independiente, pero con el comercio cerca. Así debía ser.

Sus amigas Sara Vial y Marie Martner encontraron la obra gruesa de un caserón inconcluso y lleno de escaleras. Como a Neruda le pareció un poco grande, lo compró a medias con Marie Martner y su marido, Francisco Velasco. Ellos se quedaron con el subterráneo, el patio y los dos primeros pisos; Neruda, con el tercero, el cuarto y la torre. La culminación demoró tres años. El poeta decoró la casa con fotos antiguas del puerto, mapas y retratos. Algunas ventanas se hicieron con formas de claraboyas de barcos. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1961. A partir de esa fecha, al poeta le gustaba pasar ahí el Año Nuevo y, de hecho, fue donde vivió su último cambio de año en 1972.

Cinco Pisos Inolvidables

La parte de la familia Velasco Martner fue comprada por la Fundación Pablo Neruda. La casa se restauró en su conjunto en 1991. En 1994 se construyó la plaza adjunta y tres años más tarde, un centro cultural. Hoy la casa conserva colecciones de mapas antiguos, obras relacionadas al mundo marino, retratos, reliquias del puerto, vitrales, libros y mobiliarios adquiridos por el poeta en mercados de diversas partes del mundo.

El recorrido se realiza con un audioguía, que permite escuchar las explicaciones y anécdotas referidas a cada habitación de la casa. En un lapso de 30 a 45 minutos, se recorre La Sebastiana con estas especies de paletas pegadas al oído. Así, es posible mirar los vitrales entre el primer y segundo piso, apreciar un caballo de carrusel en plena sala de estar, darse una vuelta por la cantina, mirar la exótica chimenea diseñada por Neruda o bien imaginárselo sentado en el sillón “La Nube”, desde donde apreciaba el océano, en el tercer piso. En el cuarto está su dormitorio, donde todavía cuelga un vestido original de su señora, Matilde Urrutia, y el baño con unas llamativas combinaciones de azulejos. Su escritorio se encontraba en el quinto piso, donde todavía hoy cuelga un gran mapa histórico de América.

El recorrido está salpicado de anécdotas y objetos alucinantes. Debido a la alta demanda –en especial un fin de semana- se recomienda arribar una hora antes del horario previsto para la visita, ya que las visitas son por orden de llegada. El panorama se puede complementar con la adquisición de algún souvenir o recuerdo, una pasada por el Centro de Información Turística y Cultural –que ofrece una acabada visión turística de Valparaíso- o por el Centro Cultural, donde se organizan exposiciones, conferencias, ciclos y recitales de poesía. Se ofrecen también visitas guiadas al jardín, las cuales deben consultarse con antelación.

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